Apple está tratando de ganar en los tribunales lo que no ha podido en el mercado. Hace unos días hablábamos sobre el juicio más reciente que ha entablado contra HTC. La empresa taiwanesa afirmó que los creadores del iPhone intentaban sacarlos del juego mediante una avalancha de demandas. Pues el caso sigue tornándose oscuro para HTC, después de que un juez federal resolviera el viernes pasado que el fabricante asiático sí violó dos de las diez patentes acusadas por Apple.
Como señalaba la semana pasada, las noticias son pésimas para HTC, una marca que saltó a la fama rápidamente por ser de las primeras en apostar por Android. La sanción que pretende Apple es que HTC no pueda importar sus smartphones al mercado de Estados Unidos de manera indefinida, lo que significaría una pérdida terrible de ingresos —los más pesimistas apuntan a una estocada mortal—. La resolución del juez ha preocupado al fabricante taiwanés, quien busca la apelación ante la Comisión Internacional de Comercio (ITC), antes de que se emita la decisión final.
El fallo del magistrado hace pensar que la prohibición de importación llegaría dentro de las próximas semanas. De este modo, sólo se venderían en Estados Unidos los modelos que queden en las bodegas de los almacenes. Aunque HTC podría retirar la tecnología que (supuestamente) viola las patentes de Apple, es impensable porque significaría afectar de forma considerable el funcionamiento de sus dispositivos. HTC está, como diríamos coloquialmente, entre la espada y la pared.
La mayor esperanza de la empresa asiática radica en el juicio de Apple contra Motorola. Los chicos de Steve Jobs también han acusado a este fabricante de violar doce patentes —incluidas las dos contra HTC—. Así, si Motorola consigue salir triunfador en ese litigio, el veredicto contra la taiwanesa podría anularse. Por supuesto, Apple no se dejaría vencer tan fácilmente, pues también tiene sin resolver una segunda demanda sobre HTC por violación de otras 16 patentes.
Empero, la batalla de Apple no es necesariamente con los fabricantes, sino con Google. La idea es evitar que Android siga expandiéndose y comiéndole terreno. Apple podría licenciar sus patentes (y por muy buen dinero) en lugar de prohibir la entrada de productos. Ya lo intentó en Corea del Sur con Samsung, pidiéndole a la corte que los dispositivos de la línea Galaxy —cargada también con este sistema operativo— no se vendieran en el mercado local.
Por lo pronto, Apple ha ganado la primera batalla contra Android, poniendo en serios predicamentos a HTC. A pesar de que faltan por resolverse los juicios contra Motorola y Samsung, esta victoria inicial en los tribunales sienta un precedente que inclina ligeramente la balanza hacia un lado. ¿Qué pasaría si Apple consigue que las tres compañías sean culpadas de violaciones de patentes? El efecto combinado contra los tres fabricantes sería un golpe muy duro para Android, que vería mermada su participación en el mercado de forma considerable.
Quedará a debate si es ética o no la estrategia de Apple para competir, así como es una situación de apreciación si los productos de estas empresas incurren en plagio. Lo que es cierto es que el departamento legal está haciendo su trabajo, metiendo en muchos apuros a la competencia. ¿Se debe responder fuego con fuego? ¿Deben acatar las decisiones y encontrar alternativas tecnológicas? ¿Hay que pelear hasta la última apelación y resistir el embate? A mí me parece muy peligroso si Apple llega a ganar las tres demandas, pero habrá que esperar a ver qué se decide en los tribunales.
Vía: alt1040
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